El acuerdo de subida salarial de CC.OO. y UGT: ¿Realidad o estrategia mediática?

En los últimos días, los sindicatos CC.OO. y UGT han sido protagonistas de numerosas noticias en los medios de comunicación. Según afirman, han llegado a un acuerdo con la patronal para implementar incrementos salariales en los próximos años. Sin embargo, ¿qué hay detrás de este supuesto convenio y qué implicaciones tiene en realidad?

Un acuerdo que no es lo que parece

La publicidad generada en torno al acuerdo salarial parece poco más que una estrategia por parte de los sindicatos con la única finalidad de tener exposición mediática. Publicidad gratis.

Es esencial tener en cuenta que este tipo de acuerdos no tienen un carácter vinculante para las empresas, ya que los convenios colectivos se firman directamente entre las empresas y los trabajadores, independientemente de la representación de CC.OO. y UGT. Por tanto, no podemos considerar este acuerdo como un convenio colectivo que obligue a las empresas a acatar sus términos.

Compromisos sin obligaciones

Además, estos acuerdos se redactan en términos de compromiso o promesa, lo cual implica que no existe una obligación legal para las empresas en lo que respecta a los salarios y los incrementos salariales. Podríamos comparar este tipo de acuerdos con una promesa que no tiene un carácter vinculante real.

Incluso si se redactara el acuerdo en términos vinculantes, no tendría una fuerza legal que obligara a las empresas a cumplirlo, tal como mencionamos anteriormente. Es importante entender que los convenios colectivos son los únicos instrumentos legales que establecen los salarios y los incrementos salariales, y no este acuerdo mediático difundido por CC.OO. y UGT.

Una rebaja salarial encubierta

Si consideráramos este acuerdo como válido y cumplido por todas las empresas, aún encontraríamos un problema adicional. Este acuerdo propuesto no incluye los incrementos salariales para los años 2021 y 2022, lo cual representa una rebaja salarial encubierta. Es alarmante que estos años queden pendientes de firmar en numerosos convenios colectivos, a pesar del aumento de los precios reflejado en el IPC.

En años anteriores, los acuerdos salariales incluían incrementos en períodos consecutivos sin dejar huecos. Sin embargo, en 2021, ante el aumento de los precios, la CEOE, CC.OO. y UGT se vieron en una encrucijada. La solución encontrada fue no firmar nada y esperar a que los años anteriores quedaran olvidados en el próximo acuerdo, tal como ha sucedido en muchas ocasiones.

El incumplimiento previo al acuerdo

Curiosamente, este acuerdo ya ha sido incumplido incluso antes de ser oficialmente firmado. Aunque se ha anunciado un incremento salarial del 4% para el año 2023, los datos oficiales del registro revelan que la subida salarial media en los convenios colectivos firmados hasta marzo de 2023 inclusive es solo del 3%. Esto demuestra que el acuerdo propuesto ha sido violado antes de ser ratificado.

¿A quién beneficia este juego mediático?

Es comprensible que algunos trabajadores se pregunten cuál es el propósito de este tipo de estrategias si no benefician a nadie. Sin embargo, debemos analizar quiénes son los verdaderos beneficiarios de esta situación.

En primer lugar, los sindicatos CC.OO. y UGT se benefician al obtener una exposición mediática gratuita y sin tener que pagar por anuncios publicitarios. El hecho de filtrar este acuerdo antes de su firma oficial les permite tener una presencia constante en los medios durante todo el fin de semana, generando interés y protagonismo. Este acuerdo mediático les brinda una oportunidad de promocionarse sin costos adicionales.

En segundo lugar, la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) también se ve beneficiada por esta estrategia. Las grandes empresas tienen un interés particular en que los trabajadores continúen creyendo en la representatividad de CC.OO. y UGT como sindicatos, evitando así la posibilidad de que surjan sindicatos alternativos en las elecciones sindicales. Para las empresas, la clave no está en la afiliación a los sindicatos, sino en contar con CC.OO. y UGT como firmantes en la mayoría de los convenios colectivos.

En conclusión, el supuesto acuerdo salarial entre CC.OO. y UGT y la patronal no es más que una estrategia mediática que carece de validez legal y de obligatoriedad para las empresas. Además, deja de lado los incrementos salariales pendientes de años anteriores y no cumple con las expectativas reales de los trabajadores. Es esencial que los empleados estén informados sobre las limitaciones de este tipo de acuerdos y se enfoquen en los convenios colectivos como instrumentos legales para la negociación de sus condiciones laborales.

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