La realidad de la adopción en España

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7 minutos
Un hombre y una mujer sosteniendo a su hija

Autoría

Avatar de Aitor Velar Abarrategui

Introducción

La adopción es una medida de protección a la infancia que busca proporcionar a un niño la oportunidad de crecer en un entorno familiar seguro y estable cuando no puede hacerlo con su familia biológica. En España, la adopción es regulada por el Código Civil y cada Comunidad Autónoma es responsable de gestionar los procesos de adopción y garantizar el cumplimiento de la legislación vigente. Sin embargo, a pesar de este marco legal, muchas parejas y personas solteras enfrentan dificultades al intentar adoptar en nuestro país, lo que ha llevado a un aumento en la búsqueda de alternativas, como la maternidad subrogada en otros países.

En este artículo, analizaremos los requisitos y el proceso de adopción en España, así como las razones por las cuales algunos padres deciden recurrir a la maternidad subrogada. También exploraremos posibles soluciones y mejoras en el sistema de adopción nacional.

¿Qué es una adopción?

La adopción es un acto jurídico que establece un vínculo de filiación entre el adoptante y el adoptado, equiparándolo al vínculo biológico en términos legales. Su objetivo principal es brindar una familia y un entorno seguro para el menor. La adopción puede ser nacional o internacional, dependiendo de si el adoptado es residente en España o proviene de otro país.

Según el Código Civil español, corresponde a cada Comunidad Autónoma la competencia para tramitar los procesos de adopción y establecer sus propios criterios dentro del marco legal establecido. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid se prioriza a los residentes en dicha comunidad, se limita la diferencia de edad entre el adoptante y el adoptado, y se da preferencia a las parejas o matrimonios en el caso de adopciones de menores de 3 años.

Requisitos para llevar a cabo una adopción nacional

Requisitos legales

Para poder iniciar un proceso de adopción nacional, es necesario cumplir una serie de requisitos legales, los cuales son los siguientes:

  1. Tener más de 25 años. En el caso de parejas o matrimonios, basta con que uno de los adoptantes haya alcanzado esta edad.
  2. La diferencia de edad entre el adoptante y el adoptado debe ser de al menos 16 años y no superar los 45 años. En el caso de parejas o matrimonios, basta con que uno de ellos no supere los 45 años de diferencia con el menor. Sin embargo, en situaciones especiales, como la adopción de niños con necesidades especiales, se permite una diferencia de edad mayor.
  3. Si se desea adoptar a un mayor de edad o a un menor emancipado (16 o 17 años), es necesario que el futuro adoptante haya convivido con el adoptado durante al menos un año antes de que este alcance los 18 años o logre la emancipación.
  4. El adoptante no puede estar privado de la patria potestad de un hijo anterior ni tener suspendida dicha potestad.

Requisitos de idoneidad

Además de los requisitos legales, se evalúa la idoneidad de la persona o pareja que desea adoptar a través de un estudio de perfiles. Los parámetros que se tienen en cuenta en este proceso son los siguientes:

  1. Tener medios de vida estables y suficientes.
  2. Gozar de un estado de salud física y mental que no dificulte el cuidado del menor.
  3. En el caso de parejas, haber convivido durante un mínimo de tres años.
  4. En caso de infertilidad en la pareja, que esta circunstancia no afecte la posibilidad de acogida o adopción.
  5. Contar con una vida familiar estable y activa.
  6. Disponer de un entorno relacional amplio y favorable para la integración del menor.
  7. Capacidad para satisfacer las necesidades del niño en todos los aspectos.
  8. Ausencia de episodios en la historia personal que representen un riesgo para la acogida del menor.
  9. Flexibilidad y adaptabilidad a situaciones nuevas.
  10. Comprensión de las dificultades que enfrenta el menor y respeto por su historia personal.
  11. Aceptación de las relaciones con la familia de origen del menor, en caso de que existan.
  12. Actitud positiva hacia la formación y búsqueda de apoyo técnico.

Sin embargo, existen situaciones en las cuales no es necesario obtener el certificado de idoneidad, como cuando el adoptado es huérfano y pariente del adoptante en tercer grado de consanguinidad o afinidad, cuando es hijo del cónyuge o de la persona unida al adoptante por una relación análoga a la conyugal, cuando ha estado en acogimiento familiar durante más de un año o bajo tutela del adoptante durante el mismo período, o cuando el adoptado es mayor de edad o menor emancipado.

¿Quiénes no pueden adoptar y quiénes no pueden ser adoptados?

Existen algunas restricciones legales en cuanto a quiénes pueden adoptar y quiénes pueden ser adoptados:

  • No pueden adoptar aquellas personas que no cumplan los requisitos legales o no sean consideradas idóneas para la adopción.
  • No se puede adoptar a un hijo, nieto o hermano, ni a un pupilo por parte de su tutor.
  • Legalmente, una persona no puede ser adoptada por más de una persona, a menos que sean parejas o matrimonio.
  • En la práctica, las parejas de personas homosexuales o lesbianas sí pueden adoptar, aunque puede existir cierta dificultad debido a prejuicios y estereotipos sociales.

Proceso de adopción: pasos a seguir

El proceso de adopción en España sigue una serie de pasos que se detallan a continuación:

  1. Contacto con el Servicio de Protección de Menores de la Comunidad Autónoma correspondiente para manifestar el deseo de iniciar un proceso de adopción nacional.
  2. En caso de cumplir con los requisitos legales, se inicia el “estudio de perfiles”, que consiste en una serie de entrevistas, exámenes y visitas al hogar de los interesados, así como a sus familiares y amigos, con el fin de evaluar su idoneidad como futuros padres. Algunas comunidades autónomas pueden requerir la realización de cursos de preparación y formación para completar las habilidades parentales.
  3. Si se obtiene el certificado de idoneidad, se ingresa en un listado de selección y se espera a ser llamado en caso de que haya un menor disponible para la adopción. Este período de espera puede ser largo y llevar varios años.
  4. En caso de ser seleccionado, se inicia un período de acogimiento familiar preadoptivo, en el cual el menor convive con los adoptantes durante un tiempo determinado para evaluar la adaptación y el vínculo entre ellos.
  5. Si todo transcurre favorablemente, la entidad encargada de la adopción presentará una propuesta de adopción al Juzgado de Primera Instancia correspondiente. En el caso de que el menor tenga más de 12 años, también deberá consentir la adopción ante el juez.
  6. Finalmente, se procede a la inscripción de la adopción y al cambio de apellidos en el Registro Civil, legalizando así el nuevo vínculo familiar.

Dificultades y alternativas a la adopción en España

A pesar de contar con un marco legal establecido para la adopción, muchas parejas y personas solteras se encuentran con dificultades en el proceso de adopción nacional en España. Algunos de los desafíos más comunes son los siguientes:

  1. Tiempo de espera prolongado: El proceso de adopción puede llevar años, lo cual genera incertidumbre y frustración para los futuros padres. La falta de agilidad en los trámites y la escasez de niños disponibles para la adopción son factores que contribuyen a esta demora.
  2. Restricciones y criterios de selección: Cada Comunidad Autónoma establece sus propios criterios de selección, lo cual puede generar desigualdades y dificultades para algunos adoptantes. Por ejemplo, las parejas de personas homosexuales o lesbianas pueden encontrar obstáculos adicionales debido a prejuicios o estereotipos sociales.
  3. Complejidad burocrática: El proceso de adopción implica cumplir con numerosos requisitos legales, realizar evaluaciones exhaustivas y someterse a diferentes instancias de evaluación. Esto puede resultar abrumador y desgastante para los futuros padres, lo que a veces lleva a la búsqueda de alternativas más rápidas y menos complejas.

Es importante tener en cuenta que, debido a estas dificultades, algunos padres optan por recurrir a la maternidad subrogada en otros países donde es legal. La maternidad subrogada permite a las parejas o personas solteras que no pueden concebir un hijo por sí mismos, contar con la ayuda de una mujer que gesta al bebé y posteriormente lo entrega a los futuros padres. Aunque esta práctica no está permitida en España, existen países donde sí es legal, lo que ha llevado a algunos españoles a buscar esta opción en el extranjero.


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