Existen varias situaciones en las que el trabajador está protegido contra el despido improcedente y una de ellas es totalmente novedosa desde el año 2022. El despido improcedente es aquel que estuvo mal hecho, por razones de fondo y/o de forma. Por ejemplo, porque la causa no se probara y/o no fuera suficiente, por falta de pago de la indemnización, etc. Pero la legislación laboral española, favorable a las empresas, establece que en caso de despido improcedente, la empresa tiene dos opciones: readmitir al trabajador o bien pagarle una indemnización. En cambio, en caso de despido nulo, hay readmisión obligatoria.
En resumen, el despido nulo es aquel que vulnera algún derecho fundamental, como el derecho a la igualdad, a la no discriminación, a la libertad sindical, etc. y en caso de que se produzca, el trabajador tiene derecho a la readmisión inmediata. En este sentido, la protección contra el despido consiste en que el despido improcedente de un trabajador protegido se transforma en nulo con readmisión obligatoria.
Existen varias situaciones en las que los trabajadores están protegidos contra el despido improcedente y en los que el despido se transformaría en nulo con readmisión obligatoria. Por ejemplo, la reducción voluntaria de jornada por guarda legal de menores, discapacitados o familiares, que lleva consigo protección contra el despido. También se encuentran protegidos aquellos trabajadores que son representantes de los trabajadores, los que han tenido un hijo, los que se encuentran en excedencia por cuidado de hijo o de familiar hasta 2º grado, y aquellos que han demandado y/o denunciado a la empresa. En estos casos, el despido se consideraría nulo con readmisión obligatoria.
Además, desde julio de 2022, el despido a consecuencia de estar enfermo es nulo. Esta es una novedad muy importante y favorable para los trabajadores en el tema del despido que ha habido en los últimos 10 años.
Es importante destacar que en todos estos casos, el trabajador está protegido contra el despido, lo que significa que si el empleador decide despedirlo, deberá cumplir con la readmisión obligatoria. Esto es una garantía fundamental para el trabajador, ya que le permite conservar su empleo y, en muchos casos, recuperar el salario y las cotizaciones a la Seguridad Social que hubiera perdido durante el período de despido.