¡Cuidado con los árboles vecinos! Conoce tus derechos ante la invasión de raíces y ramas en tu propiedad.

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Dos arboles, uno de los cuales está verde

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Avatar de Aitor Velar Abarrategui

La propiedad de un terreno puede llevar consigo ciertas obligaciones legales que pueden no ser evidentes a simple vista. Una de estas obligaciones es la de mantener en buen estado los árboles y arbustos que se encuentran en la línea divisoria de los terrenos colindantes.

La invasión de raíces y ramas de árboles en propiedades ajenas puede ser un problema muy común y molesto para los propietarios afectados. Sin embargo, el Código Civil establece que los afectados tienen derechos que les permiten reclamar una solución al problema.

Según el artículo 592 del Código Civil, si las ramas de un árbol se extienden sobre la propiedad de un vecino, éste tiene derecho a reclamar que se corten en cuanto se extiendan sobre su propiedad. De igual forma, si las raíces de los árboles vecinos se introducen en el suelo de otro, el dueño del suelo afectado tiene derecho a cortarlas por sí mismo dentro de su propiedad.

En caso de que las ramas o raíces causen daños en la propiedad colindante, el propietario afectado tiene derecho a reclamar una indemnización. El artículo 1902 del Código Civil establece la obligación de las personas responsables de reparar los daños causados. En este sentido, los peritos agrónomos pueden ser de gran ayuda para demostrar la culpa o la omisión de información causante de los daños en sede judicial.

El Código Civil también establece regulaciones sobre la plantación de árboles cerca de propiedades ajenas. El artículo 591 establece que no se puede plantar árboles cerca de una propiedad ajena sin la distancia autorizada por las ordenanzas o la costumbre del lugar. En ausencia de estas normativas, se establece una distancia mínima de dos metros de la línea divisoria de las propiedades para árboles altos y de 50 centímetros para arbustos o árboles bajos.

En definitiva, el Código Civil establece que los propietarios de terrenos colindantes tienen la obligación de mantener en buen estado los árboles y arbustos que se encuentran en la línea divisoria de los mismos. Esto significa que cada propietario debe cuidar los árboles y arbustos que se encuentran en su propia propiedad y en la línea divisoria de su terreno, asegurándose de que no causen daños o molestias a los vecinos.

Además, si uno de los propietarios desea podar o talar un árbol que se encuentra en la línea divisoria, es necesario obtener el permiso del otro propietario antes de llevar a cabo cualquier acción. En caso de que no se llegue a un acuerdo, el propietario que desee podar o talar el árbol deberá acudir a los tribunales para obtener la autorización.

La obligación de mantener en buen estado los árboles y arbustos que se encuentran en la línea divisoria de los terrenos colindantes puede ser una fuente de conflicto entre vecinos. Por esta razón, es importante mantener una buena comunicación con los vecinos y trabajar juntos para garantizar que los árboles y arbustos se mantengan en buen estado y no causen daños o molestias.

En caso de que un árbol o arbusto cause daños a la propiedad del vecino, el propietario del terreno donde se encuentra el árbol o arbusto puede ser considerado responsable de los daños. Por lo tanto, es importante asegurarse de que los árboles y arbustos se mantengan en buen estado y no representen un peligro para la propiedad del vecino.

En resumen, la obligación de los propietarios de terrenos colindantes de mantener en buen estado los árboles y arbustos que se encuentran en la línea divisoria de los mismos es una obligación legal establecida en el Código Civil. Esta obligación se basa en la protección de los derechos de propiedad y en la necesidad de evitar conflictos entre vecinos. Para evitar problemas y conflictos, es importante mantener una buena comunicación con los vecinos y trabajar juntos para garantizar que los árboles y arbustos se mantengan en buen estado y no causen daños o molestias.