El Racismo en el Fútbol.

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Árbitro mostrando tarjeta roja durante un partido

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Avatar de Aitor Velar Abarrategui

El deporte es un instrumento de unificación, y el fútbol, siendo el más popular a nivel mundial, no debería ser la excepción. Sin embargo, la intolerancia y el racismo parecen haber hallado un terreno en nuestros estadios. En esta semana, desafortunadamente, el fútbol vuelve a hacer noticia por razones muy alejadas de la deportividad: el racismo.

El caso del jugador del Real Madrid, Vinícius Junior, ha revivido el debate. Vinícius fue blanco de insultos racistas durante un encuentro contra el Valencia, lo que obligó a activar el protocolo antirracismo en el estadio. Estos acontecimientos nos llevan a explorar a fondo cuáles son las implicaciones legales de actos tan lamentables.

¿Qué dice la ley?

El artículo 510 de nuestro código penal establece sanciones para quienes inciten al odio, hostilidad, discriminación o violencia por razones de raza, etnia, religión, entre otras. Las penas pueden ir desde uno a cuatro años de prisión, además de multas de seis a doce meses. La condena no se limita solo a las palabras directas; también se considera delito la incitación indirecta al odio.

En el caso de Vinícius Junior, los insultos racistas que recibió en el campo pueden ser constitutivos de delitos de odio y, por tanto, sujetos a estas sanciones.

Consecuencias deportivas

La violación de esta norma no solo tiene consecuencias legales, sino que también puede acarrear graves repercusiones deportivas. Según las reglamentaciones del fútbol, los infractores pueden perder su condición de socio, además de quedar prohibidos de acceder al estadio o lugares de desarrollo de las pruebas o competiciones por un tiempo que no supere los cinco años.

Un precedente: El caso Iñaki Williams

De forma similar, el caso del jugador del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams, está estableciendo un precedente en el ámbito del fútbol español. Williams fue objeto de insultos racistas, que culminarán en el primer juicio por racismo en el fútbol de nuestro país.

La responsabilidad de los organizadores

La Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, establece que los organizadores también pueden ser sancionados por conductas que se produzcan en el recinto. Esta ley obliga a los organizadores a adoptar medidas necesarias para el cese inmediato de actos prohibidos y, si no logran evitar o impedir tales conductas, se les puede sancionar con multas de hasta 90.000 euros.

El papel de la Real Federación Española de Fútbol

Además de las acciones legales, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha lanzado una campaña denominada “Racistas, fuera del fútbol”. Esta campaña busca erradicar actitudes racistas y xenófobas de los campos de fútbol y concienciar a la afición de que no son tolerables insultos o actitudes discriminatorias por ningún motivo.

En resumen, el racismo y la discriminación en el deporte son actos reprobables y punibles tanto legal como deportivamente. Es responsabilidad de todos, desde los jugadores y árbitros hasta los aficionados y organizadores, luchar contra esta lacra y hacer del fútbol un verdadero espacio de inclusión, respeto y diversidad.