En el mundo laboral existe una contradicción que muchos trabajadores no parecen comprender. Se trata de aquellos empleados que, sometidos a ilegalidades y abusos por parte de su empleador, solicitan ser despedidos para evitar que los despidan, sin tener en cuenta las consecuencias legales y económicas que conlleva dicha decisión.
Estos trabajadores, que en muchos casos se encuentran en puestos de baja cualificación y en sectores como la hostelería, el comercio o la seguridad privada, sufren jornadas excesivas, salarios por debajo de convenio y otras irregularidades en su contrato laboral. Ante esta situación, algunos solicitan a su empleador que los despida, pensando que así podrán conseguir una indemnización y el derecho al paro.
Sin embargo, esta práctica es un grave error, ya que los trabajadores que presentan la baja voluntaria no tienen derecho a la indemnización por despido ni al paro. Es decir, están renunciando a derechos que les corresponden por ley sin necesidad. Además, la baja voluntaria no les permite reclamar las irregularidades en el contrato laboral que les han llevado a solicitar el despido.
Por otro lado, si un trabajador es despedido por causa de demanda o denuncia, el despido es nulo y la empresa está obligada a readmitir al empleado. Es decir, solicitar el despido voluntario no es la solución para aquellos trabajadores que quieran denunciar las irregularidades de su contrato laboral, ya que deben ser valientes y presentar una demanda o denuncia ante los juzgados o la Inspección de Trabajo.
Es importante que los trabajadores conozcan sus derechos laborales y luchen por ellos, en lugar de aceptar situaciones ilegales y renunciar a sus derechos por temor a ser despedidos. Si un empleado se encuentra en una situación de abuso laboral, puede presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo o ante los juzgados. Además, los trabajadores pueden autoconcederse una excedencia voluntaria, que les permitirá mantener su trabajo y no sufrir el descuento por falta de preaviso.
En definitiva, es fundamental que los trabajadores conozcan sus derechos y no acepten situaciones ilegales en su contrato laboral. Pedir el despido voluntario para evitar el despido no es la solución, ya que renuncian a derechos que les corresponden por ley y no solucionan el problema de fondo. En su lugar, deben presentar denuncias y luchar por un empleo digno y justo, y conocer las herramientas legales que tienen a su disposición para defenderse.